martes, 9 de junio de 2015

No lo olvidé

Puede que no haya publicado más entradas, pero eso no quiere decir que los deberes hayan quedado olvidados. La palabra empeñada puede renegociarse pero no abandonarse.
Comento al pasar lo que ocurrió en este tiempo:
- La promesa de correr una hora. Lo intenté un par de veces, pero me sale más bien caminar, y una lesión me está impidiendo intentarlo demasiado en serio ahora. Creo que vale el intento, el haber "salido a correr" un par de veces, aunque la corrida no haya sido, por razones físicas, exactamente tal, y haya sido más bien una caminata atlética.
- No registré la de la bicicleta, pero también la hice: intenté una tarde completa, como estaba prometido. No llegué a mucho. Promesa cumplida, planeo seguir participando.
- La novela corta. Debo reconocer que no voy a poder cumplir exactamente esto. Empecé, sí, seguí, también, y la cosa se fue de mambo. Sigo escribiendo, lo que empezó como una novela corta terminó siendo el texto ficcional más extenso que escribí en lo que llevo de vida. Creo que el hecho de haber escrito una cantidad de palabras equivalente a dos o tres novelas cortas, y el estar mucho más activamente difundiendo lo que escribo, puede eximirme moralmente de cumplir con los términos específicos de esta promesa en particular.

Queda la Gata Batata, de la que nada puede eximirme. Habré de subirla en breve.